viernes, 20 de marzo de 2009

Sobre lo que pasó a Natasha Richardson

Natasha Richardson, la hija de la gran actriz Vanessa Redgrave y Tony Richardson, falleció a los 45 años luego de golpearse el lunes la cabeza en un accidente de esquí en la estación de Mont Tremblant, cerca de Québec, según el diario español Elpais.es.

La actriz fue trasladada primero a una clínica cercana, cuando parecía que su estado no era grave, posteriormente fue atendida en el hospital de Sacré-Coeur, en Montreal, donde entró en coma por culpa de un traumatismo craneal.

Su marido, el actor Liam Neeson, viajó desde Toronto donde rodaba el filme Chloe, y en Nueva York, en el domicilio familiar, se quedó Vanessa Redgrave al cuidado de los dos hijos de la pareja.

Un portavoz del complejo de Mont Tremblant aseguró: "La actriz se resbaló en una pista para principiantes, mientras recibía una lección de esquí. Iba acompañada de un instructor, que llamó a una patrulla, y, a pesar de que al principio no mostraba ninguna herida, fue inmovilizada por su seguridad.

Sólo una hora después empezó a sentirse mal. A petición de su marido, y para que los hijos estuvieran a su lado, un jet privado trasladó al matrimonio la noche del martes a Nueva York, al hospital Lennox Hill, donde su situación crítica empeoró a muerte cerebral. Allí, sus amigos y su familia pudieron despedirse de ella.

Richardson disfrutaba mucho más en el teatro que en el cine y la televisión, aunque la primera vez que actuó fue en un filme de su padre, La carga de la brigada ligera, con cuatro años.

Estudió en la Central School of Speech and Drama de Londres, su ciudad natal, y volvió ya como profesional detrás de las cámaras en Every pictures tells a store, en 1984, a sus 21 años.

A partir de ese momento combinó el cine con el teatro, tanto en Londres como en Broadway. En la capital británica debutó en el West End con un montaje de La gaviota, de Chejov, con el que ganó el galardón al mejor debutante en los premios de la crítica teatral de Londres.

En 1986 actuó en Gothic, de Ken Russell, y su interpretación llamó la atención de Pat O’Connor, que le llamó para Un mes en el campo, con Colin Firth y Kenneth Branagh, y de Paul Schrader, que la contrató para protagonizar Patty Hearst.

Entre los múltiples premios teatrales que ha cosechado a lo largo de su carrera está un Tony en 1998 por su participación en la versión de Cabaret que dirigió Sam Mendes en Broadway, y todo tipo de galardones, tanto en Londres como en Nueva York, por su trabajo en Anna Christie.

Su colaboración con Sam Mendes y la compañía Roundabout se repitió con éxito parecido en 2005, cuando encarnó a Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo, con John C. Reilly como Stanley Kowalski.

En cine tambien se destacó hasta mediados de los noventa. Tras Patty Hearst, enlazó Creadores de sombras, con Paul Newman; El cuento de la doncella, de Volker Schlöndorff y con Robert Duvall; El placer de los extraños, de nuevo con Schrader, o El pico de las viudas, de John Irvin.

Divorciada del cineasta Robert Fox, en 1994 conoció en el rodaje de Nell a su actual marido, Liam Neeson, y decidió relajar su vida profesional para dedicarse a su familia, hasta que en 1998 encarnó a la madre de Lindsay Lohan en Tú a Londres, yo a California.

Con el cambio de siglo y tras el éxito de Cabaret, Richardson volvió a la gran pantalla con Chelsea walls, Waking up in Reno, Sucedió en Manhattan, la estupenda Asylum o La condesa blanca.

El año pasado, en Evening, de Lajos Koltai, cumplió un sueño largo tiempo ansiado, trabajar con su madre (y hacer en la pantalla también de madre e hija), en este drama sentimental con secreto familiar en su interior.

Aún está pendiente de estreno Wild child, su último papel en el cine.


Fuente: Rosario3/ Camila

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