viernes, 15 de mayo de 2009

Tienen un Oscar, pero no una casa.



De la alfombra roja de Hollywood a la chabola. Y de la chabola a la calle. Azharuddin Ismail, uno de los niños protagonistas de la oscarizada «Slumdog Millionaire», se convirtió ayer en un sin techo después de que las autoridades de Bombay derribasen su casa y la de otros veinte niños que participaron en la cinta.
Azharuddin, de 10 años de edad, se despertó con la llegada de un equipo de la Corporación Municipal del Gran Bombay, acompañados por la policía, que llegó a golpearle con un lathi (palo de bambú utilizado por las fuerzas del orden indias) para obligarle a desalojar la chabola.



La llegada del monzón

«No nos avisaron. Ni siquiera nos dieron la oportunidad de recoger nuestras cosas. No sé lo que vamos a hacer», afirmó Shameen Ismail, madre de la estrella cinematográfica. Tras 15 años viviendo en la barriada de chabolas de Garib Nagar, cercana a la cada vez más cotizada zona de Bandra, no tienen la propiedad del suelo, que pertenece al Gobierno. «Las chabolas están cerca de un desagüe que hay que limpiar antes de la llegada del monzón», explicó U.D. Mistry, funcionario al cargo de la demolición, quien señaló que todas las familias recibirán alojamiento antes de la llegada de las lluvias.


Las demoliciones de barriadas de chabolas son habituales en los saturados centros urbanos de la India. Solo en Bombay, centro financiero del gigante asiático, cerca de 10 millones de personas viven en chabolas, la mayoría de ellas en asentamientos ilegales. Cada cierto tiempo las autoridades derrumban las construcciones. Después sus habitantes las vuelven a levantar en un ciclo que parece no tener fin.


Ocho Oscar, más de 200 millones de euros de recaudación y «enorgullecer a la India», según palabras del primer ministro Manmohan Singh, han cambiado poco la vida de los niños protagonistas de «Slumdog Millionaire». Tampoco el cortejo del Partido del Congreso, que pretendía que colaborasen en la campaña de las actuales elecciones generales.
«Slumdog Millionaire», el fenómeno cinematográfico del año pasado dirigido por el cineasta británico Danny Boyle, narra la historia de Jamal Malik, un huérfano pobre de Dharavi, precisamente un barrio de chabolas de Bombay, que triunfa en el concurso televisivo ¿Quién quiere ser millonario?



Promesas incumplidas

El éxito de la cinta convirtió la vida de los niños en una película. Parecía que su destino seguiría la estela de las peripecias de Jamal. Del barrio deprimido al set de rodaje y de allí a Hollywood. A su vuelta desfilaron en la Semana de la Moda India.
El Gobierno Municipal les prometió una nueva vivienda «con electricidad y agua corriente» por «todo lo que habían hecho por la nación india». La suerte les había sonreído, su vida había cambiado. Pero las promesas no se cumplieron y la película llegó a su fin.


Fuente:abc

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