El beso que Justin Bieber y Selena Gomez se dieron en un yate durante una travesía por el Caribe está levantando demasiada polémica. No sólo los fans del cantante han enloquecido, hasta el punto de amenazar de muerte a su joven acompañante, sino que hasta su propia madre cogió un avión para afearle su actitud y su manager le ha dado una charla.
Las fotografías del beso de Justin Bieber y Selena Gomez que captaron unos fotógrafos indiscretos dieron la vuelta al mundo. No sólo por tratarse de dos de las estrellas juveniles de moda, sino porque aquella instantánea venía a confirmar que el romance entre ambos era un hecho por mucho que ambos negaran las evidencias.
Pero aquellas instantáneas provocaron una airada reacción en las fans de Justin Bieber que, en las redes sociales, iniciaron un movimiento de repulsa que llegó incluso a amenazar de muerte a Selena Gomez por besar al cantante de Baby. Sin embargo, no fueron las únicas a las que no les sentaron nada bien las imágenes.
A la propia madre de Justin Bieber tampoco le hicieron ninguna gracia, según informa Showbiz, y, ni corta ni perezosa, cogió el primer avión disponible hasta la isla de Santa Lucía para tener una seria conversación con su hijo. Afortunadamente, para cuando llegó, Selena Gomez se había marchado del lugar.
Las fotografías del beso de Justin Bieber y Selena Gomez que captaron unos fotógrafos indiscretos dieron la vuelta al mundo. No sólo por tratarse de dos de las estrellas juveniles de moda, sino porque aquella instantánea venía a confirmar que el romance entre ambos era un hecho por mucho que ambos negaran las evidencias.
Pero aquellas instantáneas provocaron una airada reacción en las fans de Justin Bieber que, en las redes sociales, iniciaron un movimiento de repulsa que llegó incluso a amenazar de muerte a Selena Gomez por besar al cantante de Baby. Sin embargo, no fueron las únicas a las que no les sentaron nada bien las imágenes.
A la propia madre de Justin Bieber tampoco le hicieron ninguna gracia, según informa Showbiz, y, ni corta ni perezosa, cogió el primer avión disponible hasta la isla de Santa Lucía para tener una seria conversación con su hijo. Afortunadamente, para cuando llegó, Selena Gomez se había marchado del lugar.
